Cada sentido tiene vital importancia para la percepción del mundo de un niño y la vista proporciona el 80% de la información es por eso por lo que el cuidado del desarrollo adecuado en la niñez es de vital importancia

El período latente de aprendizaje visual del cerebro corresponde desde el nacimiento hasta los seis años, es decir, la manera en cómo un niño mira su entorno en ese período marcará el restante desempeño visual en la edad adulta.

Un niño rara vez expresa que mira mal, esto es porque no se tiene un margen de referencia en cómo debe ser la buena visión, aún menos un bebé que no tiene manera de comunicarse verbalmente es por eso por lo que la función de los padres en este proceso es de vital importancia para el cuidado de los ojos.

¿Cuándo debe un niño asistir al primer examen visual?

Desde el nacimiento, los médicos pediatras hacen una revisión en el nacimiento de todos los reflejos del bebé incluyendo los reflejos oculares, sin embargo, el oftalmólogo pediátrico revisa de una manera mas completa el estado visual de un bebé, es importante asistir lo más pronto posible a un chequeo de rutina cuando no hay síntomas de alarma, pero con mayor antelación si se presentase algún síntoma de anormalidad.

¿Cuáles son los signos de alarma para llevar a un bebé a examen visual?

Existen muchas razones para asistir con prontitud a un examen visual en la infancia, los procesos infecciosos o alérgicos, por ejemplo, pero las causas de mayor importancia son:

1. Antecedentes familiares de problemas visuales, los errores de refracción como la miopía, hipermetropía y astigmatismo tienen un componente hereditario, por lo que si uno o ambos padres usan lentes es muy probable que el hijo también los necesite, mientras mas pequeño el bebé empiece a utilizarlo su cerebro recibirá imágenes mejor enfocadas.

2. Prematuridad, si en un bebé se ha interrumpido el crecimiento normal dentro de su madre hay muchas probabilidades que los ojos no hayan terminado de desarrollarse adecuadamente agregando los factores de riesgo como la ventilación mecánica y la administración de oxígeno en las incubadoras que pueden provocar un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos en sus ojos, es por eso por lo que parte de los controles rutinarios que un bebé prematuro debe tener es el chequeo oftalmológico.

3. Reflejo blanco en sus pupilas (Leucocoria), ambos ojos deben presentar las pupilas del mismo color y tamaño, esto indica que el paso de la luz proveniente del ambiente puede entrar sin ningún problema a estimular las celulares receptores del ojo, si una de las pupilas se presenta blanquecina puede ser signo de un daño anatómico de una de las capas del ojo, el cual debe ser tratado lo mas pronto posible para asegurar el mejor funcionamiento posible de ambos ojos. Esté atento a las fotografías en donde se perciben los reflejos rojos de los ojos, la ausencia de este color rojizo en uno de los ojos puede ser de alarma.

4. Movimiento rápido de los ojos (Nistagmus), este movimiento constante es involuntario, interfiere en la función de fijación del bebé, este movimiento es muy común encontrarlo en niños albinos y son importantes tratar desde temprana edad.

5.- Ausencia de contacto visual con la madre, los bebés al alimentarse tienen una conexión visual con la madre, cuando al bebé le es indiferente la posición de mirada podría indicar que su entorno visual es demasiado borroso para que alguien en concreto llame su atención.

6. Alineación anómala de los ojos (Estrabismo), la capacidad de ver la profundidad de las cosas y las diferentes distancias entre los objetivos se logra gracias al funcionamiento coordinado de ambos ojos, esta visión en tres dimensiones se ve alterada si uno o ambos ojos están desalineados por completo o por períodos de tiempo. Es de vital importancia desarrollar no solo el alcance visual de cada ojo sino el trabajo simultáneo de ambos ojos.

Mitos visuales en los niños

Con frecuencia escucho en el consultorio algunos mitos visuales que me gustaría mencionar para conocimiento de los padres y responsables de los niños:

1.- “El niño es demasiado pequeño para usar lentes”. Los errores visuales (miopía, hipermetropía y astigmatismo) se deben a la forma y tamaño de los ojos, por lo que la edad no influye en la necesidad de usar lentes. Generalmente es asociado a la edad debido a que después de los 40 años hay una marcada necesidad de utilizar lentes por un proceso llamado presbicie, sin embargo, esto no significa que los lentes solo lo deban utilizar los adultos.

2.- “Si el niño usa lentes se acostumbrará a ellos”. Cuando un niño necesita lentes se prescriben para asegurar la constancia de imágenes claras en la corteza cerebral, que el niño se adapte y utilice los lentes permanentemente nos asegurará éxito en el objetivo de su prescripción.

3.- “Si el niño utiliza los lentes se curará y ya después no los necesitará”. El desarrollo visual de los ojos no está determinado por el uso o no de los lentes, sino mas bien del crecimiento de los ojos y ellos siguen un patrón genético o resultado de hábitos adquiridos. Un error refractivo puede variar conforme al crecimiento de los ojos en los niños hasta que deje de crecer, alrededor de los 20 años, los lentes se prescriben para percibir una imagen nítida durante este crecimiento, un chequeo visual semestral en los niños brindará la información necesaria para decidir la continuación o interrupción del uso de lentes.

.4.- “El niño necesita lentes porque los dispositivos electrónicos se los dañó”. Si bien es cierto que el uso excesivo de la visión muy cercana en la que los niños observan las tabletas o celulares afecta el desarrollo del funcionamiento de los ojos, estos no son la primera causa de necesidad de lentes, sino mas bien su herencia genética.

De los adultos depende el éxito visual de un niño y me parece particularmente que después de la vida el cuidado de los ojos a los hijos es el mejor regalo que un padre puede hacerle.

Lic. María Asunción Betancourth Zúniga

Optómetra Especialista en Pediatría y Baja Visión